Visión Agropecuaria/Agosto 2020
Durante el segundo trimestre de 2020, la Red Mundial de Información Agrícola, (GAIN por sus siglas en inglés), publicó un informe realizado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), en este, pronosticaron la situación que atravesaría el Sector Agrícola venezolano durante el resto del año y en 2021. Según sus estimaciones, en el país se observaría una marcada disminución en la producción de granos, motivado a la escasez de insumos agrícolas, como semillas, combustible y fertilizantes, trayendo como consecuencia la sustitución de la superficie tradicional de cultivo de cereales por legumbres, tubérculos y hortalizas. Asimismo afirmaron que esto se debe fundamentalmente a las ineficaces políticas económicas del gobierno de Nicolás Maduro, al favorecer al sector privado con las importaciones. Sin embargo una gran parte de este sector enfrenta grandes limitaciones.
También detallan que los cambios sufridos en el Sector Agrícola venezolano, se deben fundamentalmente a los daños que enfrenta nuestro sistema económico, lo que ha hecho que ocurran cambios demográficos nunca antes vistos y por consiguiente han obligado a los ciudadanos a adaptarse a nuevos patrones de consumo. Afirmaron que simultáneamente, nuestro entorno geopolítico propició la entrada de nuevos socios comerciales que sustituyeron los tradicionales; que los agricultores venezolanos no han escapado de la escasez ocasionada por la crisis, particularmente se han visto afectados por la falta de semillas certificadas y fertilizantes, pero que además, este año se le sumó la escasez de gasolina, debido a la caída del precio del petróleo y a las limitaciones que padecen los compradores potenciales del crudo venezolano, motivado a las sanciones impuestas por Estados Unidos hacia el estado venezolano, como medidas coercitivas para separar a Nicolás Maduro del poder, tras una serie de acusaciones hacia él y sus principales representantes.
Resaltaron que la gravísima situación de escasez de combustible, ha hecho que los productores venezolanos hayan tenido que disminuir el área de siembra de cultivos tradicionales por no poder movilizar los tractores y reinventarse a través de la elección de nuevas opciones de cultivos, buscando se genere un rendimiento por hectárea, obviamente, si con la puesta en práctica de estas alternativas, las ganancias no se ven afectadas por la escasez de semillas y fertilizantes, es decir, eligen sembrar rubros de mayor valor, como por ejemplo, el maíz blanco para consumo humano, está siendo favorecido sobre el amarillo para alimentos balanceados. Otro ejemplo es la ocupación de espacios donde inicialmente se sembraban cereales, por cultivos de legumbres y tubérculos básicos.
En este mismo orden de ideas, destacaron que los patrones de consumos de los venezolanos continúan cambiando, es decir, están consumiendo considerablemente menos productos de maíz, trigo y proteínas animales, según los registros del informe, en tal sentido, el promedio mensual de consumo de proteína animal en el periodo 1999-2014 era de 5,93 kg, en comparación con el del año 2019 donde se observó un consumo promedio de 0,795 Kilogramos por mes, lo que generó por ende, la disminución de la población venezolana, debido a que muchos ciudadanos se vieron en la necesidad de emigrar a países vecinos. Los patrones comerciales también experimentaron cambios notables, en este caso, mencionaron que una gran parte de venezolanos cruzaban la frontera colombiana (antes de ser cerrada como prevención por la pandemia), para adquirir productos como el arroz, por ser más baratos en ese país. También citaron como parte de los cambios comerciales, las grandes alianzas que el estado venezolano emprendió con Rusia, China y Turquía, países que actualmente son los principales importadores de productos básicos y productos alimenticios procesados en Venezuela.
Fuente: Red Mundial de Información Agrícola (GLOBAL AGRICULTURAL INFORMATION NETWORK-GAIN)