FEDEAGRO | 31 MAR 2022
Como iniciativa para brindar apoyo en materia de capacitación, modernización y de organización a las asociaciones de productores hortícolas de la Zona Andina, la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela. (FEDEAGRO), firmó un acuerdo con la Universidad de Los Andes (ULA).
Es determinante el desarrollo del proyecto mediante el convenio con la ULA, por el gran cúmulo de conocimientos y la amplia experiencia de los docentes que prestarán el apoyo al lado de los extensionistas y demás profesionales de FEDEAGRO a quienes el organismo ha puesto a disposición de estas asociaciones. Esta alianza también incluye que los estudiantes logren desarrollar sus prácticas profesionales o pasantías con las asociaciones directamente en el campo.
Comprende además el desarrollo del Programa de modernización (PROMOR) de este organismo gremial, con la finalidad de atender de manera exclusiva a las asociaciones hortícolas de la Zona andina, a fin de que éstas puedan estar a la par con las principales asociaciones de cereales de algunos estados como Portuguesa y Guárico en materia tecnológica y de organización.
El programa beneficiará a 11 asociaciones hortícolas de los estados Táchira, Mérida, Trujillo, Lara y una de Guárico que produce tomate para la industria durante el ciclo de verano. Así lo dio a conocer el presidente de FEDEAGRO Celso Fantinel durante una entrevista con este medio en horas de la mañana de hoy; quien además resaltó que la iniciativa surge en virtud de que el impacto causado a raíz de la crisis en estas asociaciones de productores hortícolas ha sido a gran escala, en comparación con las asociaciones de cereales.
Fantinel detalló el reto de PROMOR es contribuir con el alcance de la máxima productividad en un periodo cercano a los tres años, tomando en cuenta todas las bondades propias de la Zona andina, entre las que más destacan que esta zona cuenta con agua dulce que baja hasta los cultivos por gravedad y además tienen grandes extensiones de tierras fértiles, desde donde se produce aproximadamente el 70% de la producción hortícola del país.
“Yo me visualizo en estos cuatro, o cinco años con grandes asociaciones organizadas, ya con la tecnología 4.0, con el mapeo de sus tierras y el análisis de sus suelos y del agua; porque realmente no lo hacen y pierden cosechas, siembran con la esperanza de hacer buenas cosechas y no se dan cuenta que en esos detalles está la productividad”, afirmó.
El programa será desarrollado en tres etapas:
En primer lugar la etapa de entrega de insumos a productores, seleccionados tras un consenso entre todos los miembros de la junta directiva de la Confederación. En esta fase habrá ensayos y parcelas demostrativas con nuevas variedades de semillas y de otros rubros hortícolas, en busca de que los productores pierdan el temor de incursionar en el cultivo de nuevas semillas de tomates, de cebollas de hortalizas de ramas, de lechugas, entre otros.
Seguidamente desarrollaran la Fase Social mediante la cual dictarán talleres de capacitación, a los familiares de los productores y a integrantes de la comunidad a quienes han enseñado los pasos para desarrollar el proceso de compost y de hacer alimentos; tras darse cuenta que las dificultades de muchos productores hortícolas no les habían permitido continuar con sus cultivando ni siquiera en el patio de sus casas.
Continúa la Etapa de Proyecto PROMOR o Programa de modernización agrícola, que incluye un punto muy importante y es el de la comercialización, siendo ésta una de las principales debilidades de los productores agrícolas de la zona en vista de que cuando éstos logran desarrollar totalmente sus cosechas, este proceso lo ejecutan a través terceros y en muchas ocasiones son víctimas de robos, de estafas o les compran la mercancía a precios muy por debajo del real de la cosecha.
Para el gremialista esta fase es determinante porque comprende la visión que tiene el organismo de cómo debe desarrollarse el proceso de comercialización dentro del sector hortícola en la región de los Andes venezolanos.
Su enfoque va mas allá de la forma como manejan en la actualidad la Bolsa Agrícola de La Grita, con perspectivas de progreso y modernismo, al mejor estilo de la Bolsa de Chicago, donde las asociaciones influyan en la comercialización, puedan retomarse los Centros de recepción, donde se fijen precios de acuerdo a los costos de producción y donde las asociaciones tengan una producción establecida y fija durante todo el año y particularmente donde coincidan en esos Centros de recepción las asociaciones, los bancos, los supermercados y los intermediarios.
Este enfoque también incluye ir encaminando este sector hacia el mercado de las exportaciones hacia las islas del Caribe y otros países, pero muy especialmente fortalecerlo desde el punto de vista de organización; de tal manera que les permita registrar las estadísticas semanales de la producción hortícola para medir el rendimiento.
“Es un programa de modernización Agrícola en convenio con la ULA, de cinco años, reciproco; donde también nosotros el campo vamos a apoyar a la Universidad, a sus estudiantes ellos a nosotros con todo el conocimiento que tienen estos profesores y es un paso importantísimo para la producción de alimentos de Venezuela”, aseguró.