FEDEAGRO | 9 SEP 2023
En voz del director ejecutivo de Fedeagro Pedro Vicente Pérez, es necesario pensar de manera distinta a lo ya conocido para poder establecer un precio en el rubro café, para ello se expone en líneas siguientes el contexto y parte de las posibles soluciones.
En contexto
- En las últimas semanas los actores más importantes en la cadena del café en Venezuela como lo son: gobierno, productores e industria, han realizado diversos encuentros en búsqueda de un consenso y esto no ha ocurrido.
- El escenario del café para este 2023 está bastante complicado, en primer lugar el escenario mundial está marcado por signos de recesión económica, inflación en países consumidores de café, altas tasas de interés en el dólar, otros de los factores que afectan es la guerra ucraniana y los inconvenientes para la logística.
- El precio del café ha pasado de 280$ el saco a 140$ en un año, igual está pasando con otros comodities.
Caso Venezolano
En el caso venezolano la situación es mucho más extrema, alta inflación (la mayor del mundo) crédito bancario inexistente, falta de combustible; déficit de servicios y lo más grave una caída vertiginosa en el consumo del café ante la merma del poder adquisitivo de la población.
Esta situación se ha visto aún más complicada con la nueva política de los supermercados de incrementar su ganancia hasta un 50% sobre el precio de fábrica.
Ante semejante escenario los actores de la cadena del café están enfrentados y buscando una solución a través de un solo camino u opción, cuando en otros países se utilizan diferentes mecanismos y herramientas más novedosas de agronegocios donde las partes juegan a ganar – ganar. Para que esto se pueda dar en el caso venezolano, apostamos a pensar fuera de la caja.
Pensar Fuera de la Caja
Cuando hacemos referencia a pensar fuera de la caja, es a portar a otras alternativas para llegar a un acuerdo. No se puede continuar con el tema de que El Estado imponga un precio. Estamos rodeados de los dos países, no solo más productores de café, si no los más eficientes y de menores costo, como son Brasil y Colombia.
Pensando fuera de la caja, en Fedeagro hemos analizado 7 alternativas para llegar a conformar un método de formación de precios para el café que no solo beneficié a los actores de la cadena del negocio, si no al consumidor.
Para ello hay que entender que dentro de la cadena de valor, el mayor problema que existe es que el 95% de la comercialización del café verde es a través de los intermediarios, eso no ocurre en ningún país del mundo. Esta práctica debe existir, pero no dominar el intercambio comercial entre productores e industrias, pues el intercambio se queda con una utilidad importante del negocio y no da valor agregado a la actividad.
Dentro de las alternativas que proponemos para su análisis y discusión a los actores del mundo de café, tenemos las siguientes:
- Transar las operaciones de café por la Bolsa Agrícola (Bolpriaven), que sean operaciones de financiamiento o de compra y venta. Hace 23 años una situación semejante ocurrió en el país, y fue el ex presidente Chávez, quien consultó a Fedeagro y los productores la posible solución.
En su momento se propuso ayudar al mercado y hacerlo más transparente, nivelar la demanda y la oferta.
Para Reflexionar:
En un momento de confrontación ideológica, quien parecía in líder antimercado, fue pragmático y se emitieron los llamados “Bonos de Prenda en café” y en una semana se solucionó el problema.
Lo que fue exitoso se puede repetir, una premisa que debemos tomar en cuenta, pero a consideración los que están en puestos decisorios no toman en cuentas estas experiencias previas.
Una alternativa es que la torrefactora en un pacto de caballeros compren un % de café por la bolsa, que puede ser superior al 40%de sus compras. Así se evitarían los intermediarios. Ellos ganarían en calidad y el café molido sería más económico.
- Que el precio del café verde sea un porcentaje del precio de venta de la industria al comercio, un esquema muy similar al de la caña de azúcar.
- Una banda de precios fluctuantes por tipos de calidad, en la cual la banda varíe según diversas variables, como el precio internacional, la evolución de los costos, la devaluación de la moneda y el nivel de consumo.
- La creación de un fondo de fomento cafetero o fondo parafiscal que genere un fondo para la compra y almacenamiento de café, con un esquema financiero basado en el mercado de valores, para que ese fondo permita desarrollar la investigación, tecnología, e innovación y así llevar estos logros a través de un servicio de extensión, todo esto nos permitirá ser más eficientes, tener más productividad y por ende disminuir los costos.
- Crear un nicho de café de especialidad, sea por un puntaje tipo SCA, mayor a 85 puntos y que este se subaste por la Bolsa Agrícola, pero también se deben crear cafés de denominación, de origen geográfico, como también los cafés sostenibles que se valoran en su precio, por su aporte a la conservación del medio ambiente.
- Debe establecerse a nivel del consumidor una canasta de café molido más diversificada, donde se elabore un café más económico para la población de menor ingreso. Hasta la fecha existe solo un café molido de especialidad de muy alto costo y un café mal llamado gourmet.
Pero dicho esto se puede tostar una presentación más económica que en el anaquel pueda tener un precio entre 8 y 9 dólares, que sea producto de una mezcla entre calidades medias y naturales que permita aumentar el consumo que es el gran problema del momento.
- Creación de un gran fondo físico o almacén general de café, como en la época del Fondo Nacional de Café. Pero este sería un fondo físico privado constituido por el Estado, los productores y la industria, que supliría a los compradores nacionales e internacionales, que se financiaría con un aporte inicial de sus creadores. Sobre ese inventario se emitirían papeles financieros que les darían los fondos para su funcionamiento y se terminaría con el alto porcentaje de intermediación.
Esto permitiría tener un inventario mínimo y no desgastarse en tener un costo financiero alto por culpa de inventarios paralizados.
El propósito de estas ideas es generar un debate diferente, inteligente sobre rutas y caminos que permitan tener un sistema cafetalero que este más preparado ante una dinámica económica muy volátil, tanto fuera como dentro del país.