FEDEAGRO | 31 MAR 2022
Carlos Romero, presidente de la Federación de Fruticultores y director del sector frutales de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), afirmó que aproximadamente 95% de la siembra de frutos cítricos se ha perdido en Venezuela, debido al impacto letal que ha causado el insecto Huanglongbing (HLB), también conocido por ‘el dragón amarillo’.
Explicó que la plaga del HLB ha afectado la mayoría de las plantaciones de frutas cítricas en Venezuela, a tal punto que “actualmente solo quedan de 3 a 4 mil hectáreas sembradas en todo el país. Solo queda un poco de mandarina en el pueblo de Barlovento, en algunas zonas del Táchira, un poco en Yaracuy y en otras regiones, pero en zonas aisladas y altas que estén a 500 metros sobre el nivel del mar, lo cual no evita que se contamine la siembra, sino que sea más lenta porque igual llega la plaga”.
Romero destacó que, en la actualidad, el limón no se está produciendo en Venezuela, sino que está siendo “importando desde Colombia, ya que es un cítrico más delicado que la naranja o la mandarina, lo que ha hecho que se pierda más rápido y el mercado nacional opte por traerlo de afuera”.
Enfatizó que antes los fruticultores podían exportar sus productos, como el limón y el aguacate, pero “ahora ya no se exportan, sino que solo es para el consumo nacional”. “Nuestro país era un gran exportador de frutas, sobretodo de limones, naranjas, aguacate y otros rubros, pero hoy en día por el problema del HLB prácticamente el limón, la naranja y la mandarina están fuera de exportación, porque no hay ni en el país. Lo que se está exportando un poquito es el aguacate a Rusia”, sostuvo.
Indicó que, ante la problemática con los cítricos, los productores se han reunido con el ministro de agricultura y otras entidades. “Sin embargo, creo que a nivel gubernamental no es un rubro muy importante. De lo contrario, hubiesen hecho mayores esfuerzos, tanto así que en otros países ha pasado lo mismo y ya han levantado la producción y el Estado ha estado al pendiente”, comentó.
Opciones privadas hay, pero pueden resultar costosas. “Las nuevas plantas de cítricos que se están pensando en este momento no son inmunes a esta plaga, pero sí un poco resistentes. Pero existe el riesgo de que el que haga la inversión y no tenga el control adecuado, pueda perderlo todo y una mata está valorizada entre 8 y 9 dólares”, indicó.
No obstante, aclaró que pese a la problemática con los cítricos y el dragón amarillo en el campo, los fruticultores cuentan con las “técnicas que se están usando en todo el mundo. Se hacen injertos, se usa riego por goteo, se usa microaspersión y se usa todo lo que técnicamente se necesite usar para que tengas la mejor calidad de fruta”, agregó.
Aseguró que “cuando dicha plaga acabe con el resto de las plantaciones, todo quedará hasta ahí y hasta que haya una nueva siembra y nuevas condiciones”. “En muchos casos han preguntado por qué los productores no se levantan solos y es porque no hay manera de eso, pero cuando se acaben los cítricos muchos van a buscar otras alternativas y sembrar otros rubros”, afirmó.
Fruticultores con capital propio emprenden iniciativas
Romero destacó que todas las frutas que se producen en Venezuela son demandadas por los consumidores. “En Falcón se produce mucha patilla y mucho melón, por la zona de San Carlos también se produce algo de patilla y melón, y así en cada zona se va produciendo un poco de algo. En La Colonia Tovar se produce durazno y todas tienen un consumo más o menos uniforme en todo el país, solo que es cíclico. Entonces, cuando hay producción de mucha patilla, también el precio baja y eso hace que el consumidor esté interesado en las que tengan menos valor, pero eso es natural en el mercado de la frutas”, afirmó.
Sin embargo, aseveró que “en el país, en estos momentos, no se está reactivando parte de la producción de frutas, ya que la fruta va paralelo al crédito agrícola y cuando no hay crédito agrícola, prácticamente la producción o las iniciativas nuevas de cultivo de frutales están prácticamente paralizadas. Algunos frutales hay que esperar hasta cuatro años para comenzar a producir y eso sería un costo muy grande para una persona poderlo hacer; sin embargo, hay algunas que con capital propio están haciendo algunas iniciativas, pero muy suave y no de gran envergadura”, expresó.
Indicó que la situación de la “fruticultura es muy parecida a la situación nacional de la agricultura”, debido a que los agroquímicos, tantos fungicidas y fertilizantes, están prácticamente dolarizados y han subido de precio.
Con información de: https://hispanopost.com/